Candelario el pueblo de las regaderas y las batipuertas

Frente a la conocida estación de esquí de La Covatilla y junto al municipio de Béjar, se levanta Candelario, un pueblo cargado de tradición y entorno singulares, enclavado en un lugar declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO y Conjunto Histórico-Artístico gracias a su riqueza patrimonial.

Candelario está considerado uno de los pueblos más bonitos de España, además de ser una de las poblaciones rurales que mejor ha conservado su patrimonio y respetado sus tradiciones.

Las fuentes y regaderas que surcan el pueblo son un elemento que no pasará desapercibido en el recorrido por el centro de la villa.

Otra particularidad de Candelario, es la existencia de «batipuertas» que son puertas situadas en la entrada de las viviendas y que tienen una doble misión: proteger la entrada de la casa de los rigores de las nieves invernales y hacer las veces de barrera para la matanza de las reses, así como el impedir el acceso de las mismas al tiempo que se mantenía la casa abierta para airear las carnes. (La chacinería era la base y el sustento familiar.)

La belleza de Candelario

Candelario es uno de esos típicos pueblos de montaña que conserva el encanto y las particularidades que lo hacen diferente a otros lugares similares. Los viajeros pueden disfrutar de la arquitectura típica de sus calles y edificios, con varios siglos a sus espaldas.

Muchas de estas construcciones aún conservan su estructura original, con tres niveles; en la antigüedad el último de los pisos se destinaba al desván, en el que, con el humo de la madera de castaño, se curaba la matanza.

Por esto, Candelario presume de formar parte de la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, y no es para menos…

Turismo Rural en Candelario

Llegando a la oficina de Turismo, lo primero que vemos es la Ermita del Cristo del Refugio, del siglo XVIII. Cuenta con un bonito porche y en su interior destaca el retablo de madera. Si nos adentramos en el maravilloso entramado de callejuelas de Candelario, lo primero que nos llamará la atención serán las conocidas como “regaderas”, estrechos canales por los que discurre el agua procedente de la sierra y de manantiales.

Subiendo la empedrada calle, llegamos al Ayuntamiento, un bello edificio del siglo XIX, de arquitectura civil, en el que destaca interiormente su escalinata, y tras él, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Seguimos descubriendo rincones como los que nos ofrecen las fuentes, uno de los elementos representativos de Candelario, repartidas por todo el pueblo, algunas escondidas, añadiendo un toque especial a este mágico pueblo salmantino.

Si te apetece conocer un poco más la historia, tradiciones y costumbres de Candelario visita la Casa Chacinera.

Hay mucho que ver, disfrutar y descubrir en Candelario. Sin ninguna duda, es un pueblo ideal para hacer turismo rural, lleno de encanto y tradición, rodeado de naturaleza y por el que el agua discurre alegremente. Un lugar encantador que te atrapará. ¡Anímate y hazte una escapada!

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