Anento

En la comarca natural de Campo Romanos, y a tan solo unos pocos kilómetros de Zaragoza se encuentra el pequeño municipio de Anento, un coqueto pueblo envuelto en un entorno rural que le ha hecho colarse entre la famosa lista de los pueblos más bonitos de España, ideal para conocer en una escapada de un día, o fin de semana.

Y es que este pequeño pueblo, de poco más de 100 habitantes cuenta entre sus casas pequeños rincones llenos de encanto, como son la iglesia de San Blas, una construcción románica del siglo XIII, que junto con su torre, y su magnífico pórtico del siglo XV, es una de las joyas de Anento.

En lo alto de la colina, y tras subir unos cuantos escalones de piedra esculpidos en la montaña, se sitúa el Castillo de Anento, otro de los lugares emblemáticos de esta localidad. Las vistas desde allí, por cierto, son de lo mejor de la zona.

La Peculiar Historia de Anento

Anento ha pasado en 30 años de ser una aldea abandonada a figurar entre los pueblos más bonitos de España.  La localidad se halla en una especie de oasis, en una vaguada entre la meseta del Campo de Romanos y el valle del Jiloca.

Anento llegó a desaparecer del mapa. En los años 80, vivían allí menos de 10 personas. Y en los 90 el único habitante era un pastor que se quedaba a pasar alguna noche tras encerrar a su rebaño. De forma que, al empezar el siglo XXI, la única perspectiva de la diminuta localidad del Campo de Daroca, equidistante de Zaragoza y Teruel, era el lento hundimiento de muchas de sus maltrechas casas y parideras.

Pero esa ruina anunciada nunca llegó a producirse,  el asombroso proceso por el que Anento ha pasado de ser una aldea abandonada a convertirse en uno de los pueblos más bonitos de España ha durado tres largas décadas.

Lo que queda en pie de la fortaleza vio y vivió guerras medievales y también el declive y el renacer del pueblo. Es un excelente mirador desde el que se divisa el oasis sobre el que se asienta la población, uno de los tres puntos fuertes de Anento, junto al retablo de su iglesia gótica y la estampa rústica de sus calles.

Aguallueve de Anento

Poco antes de llegar al pueblo de Anento, encontramos un bonito valle rebosante de naturaleza generado por el Aguallueve, un espectacular manantial con paredes de piedra y musgo que esconde pequeñas grutas en su interior.

Genera un bonito valle rebosante de naturaleza, que puede recorrerse a través de sendas y caminos rodeados de árboles y arbustos, como pinos, chopos, zarzamoras y animales autóctonos, como el mirlo, el cuco, el corzo,  y en el que existe un gran contraste del verde de la naturaleza con los colores rojizos, de la arena arcillosa en la que se forman impresionantes cárcavas, y el gris, de la piedra caliza del alto del aguallueve, lo que lo convierte en un paraje ideal para el turismo rural, junto a otras atracciones de Anento.

La mágica historia de Anento hace irresistible desear conocer los encantos de este pequeño paraíso. En definitiva, que si uno está de viaje por la provincia de Zaragoza y busca un pueblo con encanto, no debe dejar de acercarse a Anento, no solo porque ha sido nombrado como uno de los pueblos más bellos de España, sino porque el ambiente de sus casas, su gente, su rica gastronomía o los paisajes y rincones que ofrece, te harán salir de allí con un gran sabor de boca.

Autor articulo: Rural Top.es